jueves, marzo 16, 2006

ESQUEMA N 11

ESQUEMA N 11.

PASION-PLAN BASICO
CRUELDAD.

SELECTOR
PARTE MOTRIZ
CENTRO MOTRIZ
SELECCION DE LOS CAMBIOS.

SELECTOR
PARTE EMOCIONAL
CENTRO MOTRIZ
SELECCION DE LA MUSCULATURA.

SELECTOR
PARTE INTELECTUAL
CENTRO MOTRIZ
SELECCION DEL PROPIO SEXO.

Ira, rabia y crueldad resumen mejor que cualquier novela de dos mil páginas el mundo en el que vivimos.
La ira como forma permanente de estar en el mundo, la rabia como proceso de pensamiento de todas las hijoputeces que nos han hecho, a cada uno de los que estamos vivos, ¡millones de ellas! la crueldad como pasión de futuro para vengarnos de lo acontecido.Todo un plan de conducta.
En el medio social se impide expresar la ira y se impide desde lo más pequeño, si manifestamos la ira que nos produce cualquier injusticia, lo que obtenemos como respuesta es la ira del otro y por lo tanto el castigo. Hasta que aprendemos a no manifestar la ira, a dejarla correr por dentro en forma de clima y ya estamos en la rabia. De aquí a la crueldad no va más que el paso de trazar un plan para vengarnos, en primcipio de lo que nos ha ocurrido, en segundo lugar de todo y de todos.
No nos dejan expresar la ira, pero nos quieren todo el día de mala leche, todo el día procesando lo mismo, la perdida  continuada dentro de un proceso de construcción humana individual y colectivo que nos lleva a ser cualquier cosa menos lo que tendríamos que ser, seres humanos.
¡Todo el día de mala leche! y todo el día construyendo trampas, para que el prójimo vaya de una a otra en solución de continuidad.
Yo trabajo en un sitio que en cuanto algo funciona, lo cambian, porque simplemente esto sería facilitar las cosas, y yo no salgo de mi asombro y de mi mala leche que también la tengo, ¡faltaría más!
La trampa es la expresión socialmente admitida de la pasión crueldad, porque no se puede concebir el engaño sistemático sino es desde la máxima crueldad, desde la máxima mala leche. Allí donde uno va, la trampa, desde la sofisticada informática, hasta el toco mocho.
A propósito de la informática, pocas cosas en la especie reproducen mejor las trampas de las que todos hacemos gala que la informática, es increible que le vendan a uno un aparato que al leer las instrucciones el resultado sea un laberinto imposible de recorrer. Si uno pretende introducirse en este laberinto jergafásico, se encuentra con que no puede aclarar casi nada, y cuando uno se piensa que ha resuelto, aparece la siguiente dificultad, que es una trampa más y mejor sofisticada que la anterior.
Con la ingenuidad que a veces caracteriza al que escribe, uno va y pregunta a un maestro de esta gilipollez, ¿qué pasa con su ordenador? y en una maniobra alucinante por su velocidad de desarrollo, nos demuestra que somos tontos, una vez y otra, hasta que uno ya no pregunta, simplemente se dedica al juego de los marcianos o al del come cocos.
Nada está tan desarrollado actualmente como esta trampa de la informática, "del ordenador personal", que alegoriza el mensaje subliminal de que si uno compra su "ordenador  personal", lo que se compra realmente es la lucidez dentro del caos vía informática, ¡que habilidad jodida la de estos tenderos!, que cuando salen al medio social lo hacen con todas las maldades de la especie, ¡es increible que compremos algo que no genera más que mala leche, porque no podemos utilizarlo y si lo intentamos, acabamos convencidos de nuestra estupidez! ¡Es increible pero se vende! y lo hace porque justifica nuestras iras mejor que nada, a la vez que nos da argumentos para activar el sufrimiento en continuidad.
Gran cosa esta de la informática individualizada, gran trampa esta de la informática, en la que un montón de frustrados y obsesivos programadores nos trazan un laberinto, lleno de jeroglíficos, a la vez que nos ponen un niño de cinco años haciendo lo que le da la gana con un ordenador.¡Dios mío que mala leche tenemos! ¡Dios mío, que bien no lo pasamos dejando a los individuos de la especie sin una pluma ni media en medio de un desierto y con una bala de cañón atada a los cojones, a la vez que le pedimos cuentas porque primero se queja de dolor y segundo se enfada con nosotros porque no sé que se cree que le hemos hecho, ¡Dios mío y de los demás un poco! si es un milagro que no seamos todos terroristas de élite.