viernes, junio 02, 2006

Parte Intelectual Centro Intelectual-Adhesor

ESQUEMA N 69

ITEM COMPOSITIVO INTERNO

ADHESOR

PARTE INTELECTUAL

CENTRO INTELECTUAL

GUSTO-DISGUSTO POR LA ABSTRACCION

CLIMA BASICO

LISTO

DERIVADO DE CLIMA BASICO

DESPIERTO

VALOR

MAESTRIA

Abstracción es una palabra que en nuestro medio, se confunde sistemáticamente con estar colgado, abstraído en nuestros pensamientos, y desde luego nadie relaciona la abstracción con la posible operativa sígnica, aislada de las mecánicas asociativas y de las alegorías que están conllevan.

Lo abstracto es operar con signos y saber lo que estos significan, más allá de lo que culturalmente hemos podido pactar. Es la abstracción, el camino para el logro manifiesto del pensamiento y para el terreno de las síntesis de las grandes comprensiones de datos, porque y repetimos no puede razonarse la causa primaria aislada del signo, aislada del número y de la palabra, y claro, esto es salir de las imágenes internas y pasar a operar con códigos abstractos, o séa, con formas simples y con formulas que engloban estas formas simples.

ESQUEMA N 69

TITULO.

GUSTO-DISGUSTO POR LA ABSTRACCION

LISTO. DESPIERTO. MAESTRIA.

COMPONENTES.

DESPIERTO. CONCEPTO.

Derivado del clima listo, pertenece a la parte intelectual del centro intelectual, adhesores.

DESPIERTO. DEFINICION.

Si se logra mantener la atención a las cosas que nos rodean y podemos realizar esta hazaña con cierta permanencia, podemos decir que empezamos a despertarnos.

MAESTRIA. CONCEPTO.

Derivado de despierto, pertenece a la parte intelectual del centro intelectual, adhesores.

MAESTRIA, DEFINICION.

Si a la atención sumamos el poder en base a la voluntad, de poder permanecer en un tema el tiempo suficiente para lograr encadenar los movimientos en un orden que nos lleve a un fin, aparece la maestría, es decir, poder hacer algo cuando queramos hacerlo, inaudito para la especie.

Al echar cuentas nos salen siempre rosarios, nada de nuestra operativa interna nos es conocido, nadie hace aprehensión de la más mínima realidad interna y sin embargo y aparentemente todo el mundo consigue lo que desea y también todo el mundo logra el milagro de la supervivencia.

Estos argumentos hicieron mucho daño en mi conciencia durante muchísimo tiempo, porque lo que yo constataba era el logro y no la manera de conseguirlo. Ahora y dentro de mi pobre criterio de realidad, creo haber comprendido que el producto final, no aclara la procedencia y muchísimo menos el camino recorrido para hacer palpable este logro.

Yo me recuerdo recién terminada la carrera, que todos mis compañeros querían hacer alguna especialidad y recuerdo el hecho de que los más próximos a mí me decían su proceso de deseos, después con el tiempo, casi ninguno de ellos consiguió hacer lo que decía, pero mire por donde, todos ellos al ser preguntados han conseguido apañar su realidad actual a aquel proceso de deseos aunque lo actual y el pasado no se parezcan en nada.

Algo así veo yo en la realidad, yo quiero comer judías, pero mire por donde acabo comiendo jamón, pues digo que quería comer jamón y ya está, más que nada para que se joda el prójimo y vean lo mucho y bien que hago las cosas y lo mucho y bien que me marcha la vida.

Durante muchos años no pude traspasar el proceso de apariencias, durante muchos años, al único ser humano que no le salían las cosas es al que escribe, porque durante muchos años nadie cuando era requerido por mis cuentos y alegorías me decía lo que verdaderamente ocurría, nadie. Al parecer al único humano al que las cosas le salían siempre al reves era a mí, y ahí me dejaron, con una sorprendente gremialidad por ocultar la realidad de los procesos humanos, la jodida realidad de esta improvisación constante con la que los humanos resuelven aparentemente aquello que les ocurre.

Jodida gremialidad, todos de acuerdo por que todos tienen la misma jodida operativa. Adecuarse a la realidad ya que esta no puede ser cambiada.¿Para que quiero yo pensar si después resulta que no puedo actuar sobre lo pensado?¿para qué establecer discursos de aprehensión de la realidad y como esta se manifiesta si después no puedo variar el camino de nada de lo que existe?

¿Para qué, dios mío perdemos tanto el tiempo, intentando entender las cosas, si después tenemos que hacerlas como todo el mundo? ¿Para qué?

Yo no he podido entender el para qué de estas originalidades humanas de pensar en lo que ocurre y lo que sucede cuando las variables oficiales de lo que acontece nos son absolutamente desconocidas.

Ahora ya no pienso, este vicio se lo dejo al siguiente, ¿para qué voy a pensar si después el kilo de patatas vale lo mismo? y lo tengo que pagar igual que la vecina de enfrente que supuestamente no lo ha pensado. ¿Para qué voy a pensar, si solo puedo ordenar la supervivencia dentro de los carriles que la policía el ejército y la iglesia me permiten? ¡Con obedecer todo arreglado! ya no tengo ideas y reniego de todas las que he tenido. Ya no tengo pensamiento ni abstracto ni alegórico, ya no tengo cabeza y lo bien que me va desde que hago las cosas sin pensar, resulta que me ocurre lo mismo que me ocurría pensando, me sucede lo mismo que me sucedía y me acontece también lo mismo, con la ventaja añadida de que no me cabreo y de que cojo las cosas como vienen y ¡que remedio!.

Si existe un absurdo manifiesto en la humanidad es el hecho de pensar, para qué queremos pensar si las policías de todos los colores que nos podamos imaginar están ahí para eso, para garantizarnos los procesos de automatización y la obligatoriedad de manifestarse esclavo feliz, dentro de una cultura que ha asesinado todas las manifestaciones de lo humano.

Si tenemos que vivir entre cadáveres que andan y que huelen a podrido, pues participemos de la fiesta de los malos olores, entremos con decisión en la cloaca humana y no dejemos ningún resquicio al pensamiento, no sea que un buen día, despertemos dentro de las realidades humanas y tengamos que pensar que vivimos como las fieras y que en el Amazonas hay más sentimiento humano que el que podamos encontrar en estas culturas de monos del paleolítico que lo único que quieren es encorrerse los unos a los otros con el rabo bien tieso, para mayor gloria de la madre que nos engendró.